Gran parte de nuestros visitantes buscan llegar a Santiago de Compostela. No ahora, sino desde hace siglos. Los primeros se perdían entre las viejas ruas de la ciudad. Más adelante, trataron de señalar El Camino, primero construyendo pequeñas iglesias ( o grandes), que eran buscadas por los peregrinos como lugar religioso y lugar de refugio. Más adelante fueron las flechas amarillas y, ahora, tras varios siglos, seguimos las conchas o vieiras. La historia de este símbolo se aclara en nuestras visitas a lo largo del camino en Burgos. Si nos permitís acompañaros, seguro aprenderemos uno del otro. Porque así es el camino, aprendizaje. Y finalmente, Santiago, la meta. La sensación de llegar a la Plaza del Obradoiro, eso… no podemos explicarlo, hay que vivirlo.