Campos de mies, valles de cerezos en flor, una naturaleza viva entre villas de un pasado histórico singular. Así es la comarca de la Bureba.

Situada al noroeste de la provincia, esta cuenca sedimentaria rodeada de montañas ha sido testigo directo de algunas de las invasiones que ha sufrido la Península.

La visita comienza en Briviesca, la capital de la comarca, y situada a orillas del río Oca, su nombre nos recuerda a la primitiva localidad autrigona de Virovesca enclavada en uno de los altos de la población. Recorreremos sus calles diseñadas racionalmente que le conceden  el apelativo de “Briviesca, la bien trazada”.

Su patrimonio histórico y artístico es inmenso, sus palacetes de los siglos XVI y S.XVII, la bellísima Colegiata de Santa María y el convento de Santa Clara, fundado por Doña Mencía de Velasco en el S.XVI. En su interior podremos contemplar el majestuoso retablo realizado por Pedro López de Gámiz en el S.XVI.

A la salida de Briviesca se encuentra  el Santuario de Santa Casilda, patrona de la Bureba, centro de gran devoción y tradición popular de la comarca.

Bajo la el cerro del Alto Otero se divisa la villa medieval de Poza de la Sal. De pasado ancestral y caracterizada por la producción desde antiguo de la sal. Poza también ha pasado a los libros de historia por ser la villa natal de Félix Rodríguez de la Fuente.

Seguimos nuestro recorrido acompañados por el río Oca, dejando a un lado el Valle de las Caderechas ,  el “pequeño Valle del Jerte” del  norte burgalés.

En la villa de Oña tenemos otra cita con la historia, la que contiene el monasterio de San Salvador. Fundado por el conde Sancho García en 1011 alberga en su interior un panteón condal y otro real de estilo gótico-mudéjar. Los reyes Sancho II de Castilla y Sancho el “Mayor” de Navarra descansan ente sus milenarios muros.

Dejamos la Bureba y nos adentramos en las Merindades, concretamente en el valle de Tobalina, donde se localiza la ciudad de Frías. La silueta del castillo de los Velasco, elevado sobre una muela de roca toba impresiona al visitante. Sus casas colgadas, la judería, la iglesia de San Vicente y el puente medieval sobre el río Ebro son lugares emblemáticos y de obligada visita en nuestra ruta.

A un kilómetro escaso de Frías se sitúa la localidad de Tobera, la ermita de Nuestra Señora de la Hoz y el humilladero del Santo Cristo de los Remedios conforman uno de los paisajes más pintorescos de la provincia burgalesa.

Si quieres conocer esta comarca ponte en contacto con la Asociación de Guías de Turismo de Burgos. ¡llámanos!